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Somos abundantes de narices.

Por: Carolina Bianco

Consultora en Decodificación y Lectura de Rostros.

Todos somos abundantes, porque la vida nos está regalando continuamente cosas, seamos capaces o no de reconocerlo y agradecerlo. Sin embargo, hoy me voy a centrar en un aspecto concreto de la abundancia, nuestra capacidad para generar y ahorrar dinero según la fisiognomía y la decodificación de rostro. 

Somos abundantes de narices

¿Sabías que la capacidad para generar y ahorrar dinero se puede leer en lugares específicos de nuestra nariz?

Antes de seguir leyendo este post, te sugiero que corras a por un espejo…

Según estas herramientas, este rasgo tan importante de nuestra cara, nos ofrece mucha información, acerca de la relación que tenemos o hemos tenido con nuestro padre “real o simbólico”, de los padres de nuestro clan, de nuestro estado de salud y de la de nuestros seres queridos, de nuestra columna vertebral e incluso de nuestra capacidad para relacionarnos con el otro. También nos habla de edades específicas de nuestra vida y de la de nuestros ancestros…

Interesante, ¿verdad?

Pues bien, además de todo eso, en nuestra nariz, vamos a poder encontrar información sobre la capacidad que poseemos para generar ingresos y para ahorrarlos …

Para ello voy a prestar atención a dos lugares:

1.- El lóbulo o punta de la nariz (capacidad para generar ingresos)

2.- Las aletas y la forma de las fosas nasales (capacidad de ahorro)

Para analizar la capacidad que tenemos para generar ingresos, observaremos, como he mencionado, la punta o lóbulo de la nariz. Ahí podremos saber si disponemos de buenas condiciones para hacer dinero, o por el contrario, hay un programa o mandato que nos impide a nivel inconsciente ganarlo, porque en el árbol ocurrieron ciertas “desgracias” debido al dinero que nos sugieren: ¡Es mejor que no ganes dinero!

En cuanto a la forma, cuanto más redondeado sea el lóbulo y si no existen particularidades que lo “dificulten” tales como: líneas o cicatrices que la dividan, manchas, arrugas, verrugas, etc, más capacidad tendremos para generarlo, es decir, tengo el permiso del árbol para ganar dinero.

Otra cosa muy distinta, será que sea capaz de ahorrarlo…y para eso, nos fijaremos en las aletas y en la forma de nuestras fosas nasales que son los lugares del rostro destinados para tal fin.

Si mis aletas están bien marcadas, es decir, hay tonicidad, esta cualidad me otorga la capacidad de ahorrar dinero sin problema.

Ahora bien, si encontramos características tales como: presencia de lunares marrones, cicatrices, manchas, arañas vasculares, verrugas, o cualquier otra particularidad, estas situaciones nos cuentan historias puntuales acerca de las dificultades que atravesaron nuestros ancestros para que hoy nuestro rostro nos sugiera: ¡Es mejor que no ahorres dinero!

En cuanto a los orificios, su forma nos va a aportar información, entre otro orden de cosas, acerca de si mi dinero entra y sale fácilmente, o por el contrario tengo una caja de ahorros bien protegida y segura…

Nuestra nariz nos cuenta sucesos que portamos de nuestro árbol, que venimos a sanar, para poder cambiar la historia, tomando consciencia de ellas. De nosotros depende repetir y continuar estos comportamientos heredados o trascenderlos, modificando de esa forma el sistema de creencias familiar.

Programas como: ruinas, estafas económicas, herencias mal repartidas, dinero destinado para malos fines como abortos, dinero sucio, dinero malgastado, robos, pueden ser sanados conscientemente, de forma que activemos nuestro merecimiento de la abundancia plena.

Todo esto nos debe servir para reflexionar. Antes de modificar cualquier rasgo de nuestro rostro, de forma más o menos agresiva, debemos escuchar la historia que nos cuenta, pues detrás de cada uno, podemos encontrar un tesoro, depositado ahí en forma de mensaje por nuestros ancestros.

Cada rasgo de mi rostro, tanto si lo admiro como si lo detesto, es un regalo que me cuenta cuáles son los programas y creencias sobre los que tengo que trabajar, y cuáles son las potencialidades de las que dispongo para llevarlo a cabo.