La Lectura de rostros es un método para determinar las características de personalidad de los individuos, se basa en la observación de la geografía externa e interna del rostro, donde evaluaremos las diferentes proporciones del mismo que reaccionan a las diferentes manifestaciones de la vida.
De este modo se hacen mediciones que, en el inicio, pueden realizarse con regla pero que en la práctica se realiza de manera automática. La cara se divide en 3 donde la parte superior corresponde al intelecto, razón y lógica y además a la interiorización de las emociones y tomas de consciencia. En la zona media leeremos las emociones, la necesidad de relacionarnos y experimentarnos como seres emocionales. Por último, en la zona baja se corresponde con la zona básica, instintiva, vida material de las personas.
A medida que una persona crece y se desarrolla incorpora las experiencias de vida y éstas quedan registradas en el rostro, agrandándose y achicándose, según sea la experiencia y emoción que acompaña dicha vivencia.
A su vez en cada sector hay dispuestas edades, que informan específicamente como se vivió esa etapa. Por ejemplo, en la frente hallaremos las edades que abarcan desde los 14 hasta los 27 años. Si se encontrara comparativamente más grande que las otras dos, diremos que fue o es un periodo muy positivo, cargada de buenas experiencias, la vida (sobre todo intelectual, estudio, etc.) fluye de manera continua y benéfica. Si, por el contrario, fuera más pequeña en este periodo se sufrió de desamparo y soledad, teniendo en cuenta que hablamos del apoyo materno familiar.
De este modo se comparan sectores que nos muestran diferentes aspectos de la vida de un individuo, que aportan gran y buena información sobre qué percepción se tiene del mundo y como se comunica con el entorno.
Descubrirte se torna fundamental para desanclar memorias de dolor y sufrimiento que tienden a repetirse.